miércoles, 18 de febrero de 2015

LA CUARESMA ES UN TIEMPO PARA TI


Hermanos la Cuaresma es el tiempo de Conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran Fiesta de la Pascua. Es teimpo para arrepentirnos de nuestros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir mas cerca a Cristo cumpliendo la voluntad de Dios Padre.
es un tiempo de oportunidades para nuestra vida de Fe; mas que otros tiempos del año, porque aunque las tareas del dia a dia sean las mismas que durante el resto del año, se nos ofrecen mas oportunidades para compartir, mas propuestas para la austeridad, la comunidad nos recuerda que ora por nosotros y que debemos orar por los demas, y tambien buscamos nuestra santidad, para que toda la iglesia se santifique en y por nosotros; poque es dificil ir al desierto sin abandonar los quehaceres cotidianos.
Pero hermanos es necesario mirar mas a Cristo al igual lo hiciera mnuestro Hno Francisco de Asis, para que su palabra nos llene de fuerza para el resto de nuestra vida. 

Durante este tiempo especial de purificación, contamos con una serie de medios concretos que la Iglesia nos propone y que nos ayudan a vivir la dinámica cuaresmal.
Ante todo, la vida de ORACION, condición indispensable para el encuentro con Dios. En la oración, si el creyente ingresa en el diálogo íntimo con el Señor, deja que la gracia divina penetre su corazón y, a semejanza de Santa María, se abre la oración del Espíritu cooperando a ella con su respuesta libre y generosa (ver Lc 1,38).
Así también de entre las distintas prácticas cuaresmales que nos propone la Iglesia, Ia vivencia de Ia CARIDAD ocupa un lugar especial. Esta vivencia de la caridad debemos vivirla de manera especial con aquél a quien tenemos más cerca, en el ambiente concreto en el que nos movemos. Así, vamos construyendo en el otro "el bien más precioso y efectivo, que es el de Ia coherencia con la propia vocación cristiana" (Juan Pablo II).
Entonces hermanos  La cuaresma es un camino hacia la Pascua. Cristo, por el misterio pascual, ha hecho la Alianza eterna con el pueblo; los sacramentos de la iniciación cristiana que exigen una conversión constante, nos introducen progresivamente en el misterio de Cristo muerto y resucitado.

JUFRA REGION LIMA Y CALLAO - RETIRO JUVENIL FRANCISCANO


Hermanos de Jufra Peru se esta iniciando una nueva etapa que sin duda  ayudara  a fortalecer su vida vocacional como Jufristas, aun estamos a la espera de los nombres de sus Delegados Regionales que formaran parte del Equipo Nacional  de Jufra Perú, comunicarse con Hna  Flor Estela Escudero Bazan  Animador  Fraterno Nacional de Ofs para Jufra y con Hno Vicente Larrea Ministro Nacional OFS Peru

MIERCOLES DE CENIZA

Miércoles de Ceniza

Conversión y Penitencia

I. Comienza la Cuaresma, tiempo de penitencia y de renovación interior para preparar la Pascua del Señor (CONCILIO VATICANO II, Sacrosantum Concilium). La liturgia de la Iglesia nos invita sin cesar a purificar nuestra alma y a recomenzar de nuevo. En el momento de la imposición de la ceniza sobre nuestra cabeza, el sacerdote nos recuerda las palabras del Génesis, después del pecado original: Acuérdate, hombre, de es polvo y en polvo te has de convertir (Génesis 3, 19). Y sin embargo, a veces olvidamos que sin el Señor no somos nada. Quiere el Señor que nos despeguemos de las cosas de la tierra para volvernos a Él. Jesús busca en nosotros un corazón contrito, conocedor de sus faltas y pecados y dispuesto a eliminarlos. También desea un dolor sincero de los pecados que se manifestará ante todo en la Confesión sacramental. El Señor nos atenderá si en el día de hoy le repetimos de corazón: Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme.
II. La verdadera conversión se manifiesta en la conducta: en el trabajo, hecho con orden, puntualidad e intensidad; en la familia, mortificando nuestro egoísmo y creando un ambiente más grato en nuestro entorno; y en la preparación y cuidado de la Confesión frecuente. El Señor también nos pide hoy una mortificación más especial, que ofrecemos con alegría: la abstinencia y el ayuno; también la limosna que, ofrecida con un corazón misericordioso, desea llevar consuelo a quien pasa necesidad. Cada uno debe hacerse un plan concreto de mortificaciones para ofrecer al Señor diariamente esta Cuaresma. Para hacerlo, tengamos en cuenta que deben ser “mortificaciones que no mortifiquen a los demás, que nos vuelvan más delicados, más comprensivos, más abierto a todos”
I. San Pablo (2 Corintios, 5) nos dice que éste es un tiempo excelente que debemos aprovechar para una profunda conversión. Podemos estar seguros que vamos a estar sostenidos por una particular gracia de Dios, propia del tiempo litúrgico que hemos comenzado. “Tiempo para que cada uno se sienta urgido por Jesucristo. Para que los que alguna vez nos sentimos inclinados a aplazar esta decisión sepamos que ha llegado el momento. Para que los que tengan pesimismo, pensando que sus defectos no tienen remedio, sepan que ha llegado el momento. Comienza la Cuaresma; mirémosla como un tiempo de cambio y de esperanza”